miércoles, 2 de mayo de 2007

Algo muy loko

Leyendo y leyendo encontré un artículo que otorga nombres raros para dolencias muy concretas....
Una de las primeras cosas que pedimos al médico es que le ponga nombre al dolor, a ese malestar que nos aqueja desde hace unas semanas y por el cual lo visitamos.
El diagnóstico, sea la palabra que sea, brindará una categoría que permitirá saber a qué atenerse y evitará sufrir la incertidumbre de pertenecer a un limbo innominado. Así que en este esfuerzo por dar nombre a las enfermedades y que todos puedan estar ubicados con confianza en su propia casita nominativa, los médicos a veces proponen síndromes algo extravagantes. VEAMOS.....
Las personas que sufren dolor de pies o cansancio de rodillas ahora pueden decir con orgullo que sufren el síndrome de pies de casino, mal causado justamente, por estar de pie frente a las máquinas durante largo rato.
Los que empiecen a quedarse calvo, no tendrán que utilizar más el dicho me estoy quedando pelado... ahora podran argumentar que sufren de alopecía de walkman, definida como la pérdida de pelo causada por el uso prolongado de auriculares estéreo.
Un poco más excéntrico resulta el síndrome de dedos cerveceros, que se refiere a una hinchazón, coloración azulada y pérdida del dedo causada por utilizar la chapita de las latas de cerveza como anillo.
En tanto, la remanida frase "a mí las fiestas me deprimen" puede tomar otra entidad si se acusa de depresión navideña: estrés psicológico surgido durante las fiestas, relacionado con el uso de alcohol y las presiones sociales.
Y el oficio de paseador de perro cobrará un dramatismo inesperado cuando los paseadores, con cara de preocupación, acusen un codo de paseador de perro: dolor provocado por la tensión constante y tirones de la correa de los animales.
Los aficionados al golf, por su parte, tienen también su propia manifestación clínica: el brazo de golf, dolor de hombro y codo, luego de muchas horas de práctica.
Pero el colmo de los colmos llegaría si una persona nos perfora el tímpano con su bocina en un embotellamiento y evitemos caer en el insulto para decirle : "Señor, creo que Ud. sufre el síndrome del claxson reflejo" que es una tendencia de los conductores a tocar demasiado la bocina en los atascos y que puede ser parte de un complicado cuadro nervioso !!!!!

Please un médico a la derecha jaja

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