miércoles, 16 de mayo de 2007

Gata Flora

Un dicho popular argentino hace referencia a una tal Gata Flora. Sobre ella, dice que “si se la ponen llora y si se la sacan grita”. Sin ahondar en qué es aquello que acciona tan fatalmente los sentimientos de la sufriente Gata Flora, lo cierto es que su nombre se ha popularizado tanto entre las mujeres argentinas que ya casi es un adjetivo.

Generalmente se le adjudica al gataflorismo un carácter negativo, similar al de la histeria o al de la inconformidad. Pero a la vez suele ser un estado auto diagnosticado -quien lo sufre tiene conciencia de lo que le ocurre- y un motivo de hermandad entre pares. Porque saben qué se siente y, que lejos de ser un mal femenino, es una forma de ser: Gata Flora.

Seamos sinceras...
Hay alguien que no sepa lo que es tener rulos y querer el pelo lacio (o viceversa)?
Ser exitosas profesionales y anhelar la vida doméstica (o viceversa)?
Alcanzar el amor y extrañar la pasión (o viceversa)?

Justamente el gataflorismo refleja los vaivenes de los gustos y la cualidad femenina de la inconformidad. Porque hay que entender que hoy podemos ser de una manera y mañana de otra, hoy vernos diosas y mañana feas, hoy tener mal humor y mañana reirnos de cualquier cosa, hoy querer leer un libro y mañana ir a ver un desfile. Porque somos así, ni lokas, ni histéricas, ni ciclotímicas, ni nada tan negativo como lo plantean, somos auténticas y sólo una mujer puede sentirse identificada con otra...

Hombres, abstenerse de entendernos...

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