- Hola
- Hola
- Qué pasó ayer te perdiste?
- Si algo así
- Sos de terror
- Si ya sé soy de terror.
Ese simple diálogo bastó para que sin rencores ni remordimientos, pero tampoco con palabras explicitas se pusiera fin a algo que en realidad nunca empezó, pero tuvo unos metros de vuelo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario