domingo, 8 de marzo de 2009

At work

Hay que ser:
-lo suficientemente capaz, como para que no te echen.
-lo suficientemente inteligente, como para conseguir mayor responsabilidades.
-lo suficientemente responsable, para conseguir un ascenso o mejor puesto.
-lo suficientemente egoista, para defender tu puesto.
-lo suficientemente flexible, para adaptarse a los cambios.
-lo suficientemente exigente, para lograr superarse día a dia.
-lo suficientemente eficaz, para conseguir el visto bueno de los superiores.
-pero de ninguna manera hay que volverse imprescindible, porque ahí dejan de importar todas las cualidades anteriores para que lo único importante sea contactarte para saber dónde estás, por qué no llegaste, por qué te fuiste antes, dónde está tal cosa o qué pasó con tal otra cosa.
La aparente sensación de ser imprescindible (porque nadie lo es) es el camino directo y sin retorno hacia una renuncia asegurada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pah!

Analía